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Pizza Carbonara Casera: Un Giro Cremoso a un Clásico Italiano

 

La pizza carbonara es una fusión deliciosa que toma los sabores icónicos de la pasta carbonara y los traslada a una base de pizza crujiente. Con su salsa cremosa a base de huevo y queso, trozos de guanciale (o panceta) crujiente y un toque de pimienta negra, esta pizza ofrece una experiencia gustativa rica y reconfortante, perfecta para aquellos que buscan algo más allá de las pizzas tradicionales.

Ingredientes para la masa (opcional, puedes usar masa pre-hecha):

 * 250 gramos de harina de trigo tipo «00» (o harina de fuerza)

 * 150 ml de agua tibia (aproximadamente 35-40°C)

 * 1 cucharadita de levadura seca de panadería

 * 1 cucharadita de sal

 * 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra

Ingredientes para la cobertura:

 * 100 gramos de guanciale (o panceta ahumada), cortado en cubitos pequeños

 * 2 huevos grandes

 * 50 gramos de queso pecorino romano rallado (o parmesano)

 * 50 ml de nata líquida para cocinar (opcional, para más cremosidad)

 * Sal al gusto (ten cuidado, el guanciale y el queso ya son salados)

 * Pimienta negra recién molida al gusto (abundante)

 * 125-150 gramos de mozzarella fresca de buena calidad, cortada en rodajas o desmenuzada

 * Perejil fresco picado (opcional, para decorar)

Preparación de la masa (si la haces en casa):

 * Activa la levadura: Disuelve la levadura en el agua tibia y deja reposar hasta que esté espumosa.

 * Mezcla los ingredientes secos: Combina la harina y la sal en un tazón.

 * Forma la masa: Haz un hueco en la harina y vierte la mezcla de levadura y el aceite de oliva. Mezcla hasta formar una masa áspera.

 * Amasa: Amasa la masa sobre una superficie enharinada durante 8-10 minutos hasta que esté suave y elástica.

 * Primer levado: Coloca la masa en un tazón engrasado, cubre y deja levar en un lugar cálido durante 1-1.5 horas, o hasta que duplique su tamaño.

 * Segundo levado (opcional): Desgasifica la masa y déjala levar por otros 30 minutos.

Preparación de la pizza:

 * Precalienta el horno: Precalienta el horno a la temperatura más alta posible (230-250°C o 450-500°F) con una piedra para pizza o una bandeja para hornear dentro durante al menos 30 minutos.

 * Prepara el guanciale (o panceta): En una sartén a fuego medio, cocina los cubitos de guanciale (o panceta) hasta que estén crujientes y hayan soltado su grasa. Retira de la sartén con una espumadera y reserva la grasa.

 * Prepara la salsa carbonara: En un tazón, bate los huevos con el queso pecorino romano (o parmesano) rallado, la nata líquida (si la usas) y una buena cantidad de pimienta negra recién molida. Sazona con sal al gusto, teniendo en cuenta la salinidad del guanciale y el queso.

 * Forma la base de la pizza: Estira la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener un círculo de unos 30 cm de diámetro y 2-3 mm de grosor. Coloca la base sobre la piedra caliente o la bandeja para hornear.

 * Añade la mozzarella: Distribuye la mozzarella fresca cortada en rodajas o desmenuzada de manera uniforme sobre la base de la pizza.

 * Hornea la base: Hornea la base de la pizza con la mozzarella durante unos 5-7 minutos, hasta que la masa comience a dorarse y el queso se derrita.

 * Añade la salsa carbonara y el guanciale: Retira la pizza del horno. Vierte rápidamente la mezcla de huevo y queso sobre la mozzarella derretida, distribuyéndola de manera uniforme. Esparce los cubitos de guanciale (o panceta) crujiente sobre la pizza. Opcionalmente, puedes rociar un poco de la grasa reservada del guanciale sobre la pizza para un sabor extra.

 * Hornea de nuevo: Vuelve a colocar la pizza en el horno y hornea durante otros 3-5 minutos, o hasta que la salsa de huevo se haya espesado ligeramente pero siga estando cremosa y la base esté dorada. Ten cuidado de no cocinar demasiado los huevos.

 * Finaliza y sirve: Retira la pizza del horno. Espolvorea con perejil fresco picado (si lo usas) y sirve inmediatamente.

Consejos y Variaciones:

 * Guanciale: El guanciale es la carne curada tradicional para la carbonara y aporta un sabor único. Si no lo encuentras, la panceta ahumada es un buen sustituto.

 * Queso: El pecorino romano es el queso tradicional para la carbonara, pero el parmesano también funciona bien.

 * Nata: La nata no se usa en la carbonara tradicional italiana, pero puede añadirse a la pizza para una textura más cremosa.

 * Huevo: La clave es cocinar la pizza lo suficiente para que la salsa de huevo se espese pero no se convierta en una tortilla.

 * Sirve inmediatamente: La pizza carbonara se disfruta mejor recién hecha, cuando la salsa está cremosa y el guanciale crujiente.

¡Prepárate para disfrutar de una pizza con un toque diferente y delicioso con esta receta de pizza carbonara casera! Su sabor rico y cremoso te sorprenderá. ¡Buen provecho!

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