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Leche Frita: Un Tesoro Cremoso con Corazón Crujiente

 

La leche frita es un postre emblemático de la gastronomía española, especialmente popular durante la Semana Santa, aunque su irresistible dulzura lo convierte en un capricho perfecto para cualquier ocasión. Su nombre evoca una divertida contradicción, pero su sabor y textura son una deliciosa realidad. Se trata de una crema espesa a base de leche, harina y azúcar, que se corta en porciones, se reboza y se fríe hasta obtener un exterior dorado y crujiente, manteniendo un interior suave y cremoso que se deshace en la boca.

Este postre sencillo en sus ingredientes pero lleno de sabor, es un viaje a la cocina de nuestras abuelas, evocando recuerdos de infancia y celebraciones familiares. Espolvoreada con azúcar glas y canela, la leche frita es un bocado reconfortante que conquista a grandes y pequeños.

Ingredientes para una deliciosa tanda de leche frita (aproximadamente 12-16 porciones):

 * 500 ml de leche entera

 * 100 gramos de azúcar

 * 50 gramos de harina de trigo

 * 2 yemas de huevo

 * La piel de medio limón (sin la parte blanca)

 * Una rama de canela

 * Aceite de oliva suave o de girasol para freír

 * Harina de trigo para rebozar

 * 1 huevo batido para rebozar

 * Azúcar glas y canela molida para espolvorear

Elaboración con cariño y atención:

 * Infusiona la leche: En un cazo, pon a calentar la leche junto con la piel de limón y la rama de canela. Lleva a ebullición y luego retira del fuego. Deja infusionar durante unos 15-20 minutos para que la leche se impregne de los aromas.

 * Prepara la crema base: Retira la piel de limón y la rama de canela de la leche. En un bol aparte, mezcla el azúcar con la harina hasta que no queden grumos. Añade las yemas de huevo y bate hasta obtener una pasta homogénea.

 * Cocina la crema: Vierte la leche infusionada poco a poco sobre la mezcla de azúcar, harina y yemas, sin dejar de remover con unas varillas para evitar que se formen grumos. Vuelve a poner la mezcla en el cazo a fuego medio-bajo y cocina, removiendo constantemente, hasta que espese y adquiera la consistencia de una crema pastelera espesa. Notarás que la crema se despega del fondo del cazo.

 * Enfría la crema: Vierte la crema caliente en una fuente rectangular o un molde poco profundo previamente engrasado. Extiende la crema de manera uniforme y deja que se enfríe completamente a temperatura ambiente. Luego, cúbrela con film transparente (tocando la superficie para que no se forme costra) y refrigera durante al menos 2-3 horas, o hasta que esté firme.

 * Corta las porciones: Una vez que la crema esté bien fría y firme, desmolda (si es necesario) y corta en porciones rectangulares o cuadradas del tamaño deseado.

 * Reboza con cuidado: Prepara tres platos: uno con harina de trigo, otro con el huevo batido y un tercero con la mezcla de huevo batido restante (si lo tienes). Pasa cada porción de leche frita primero por harina, asegurándote de cubrirla bien, luego por el huevo batido.

 * Fríe hasta dorar: Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio. Cuando esté caliente, fríe las porciones de leche frita en tandas, sin amontonarlas, hasta que estén doradas por ambos lados. Retira con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

 * Endulza y disfruta: Espolvorea generosamente las porciones de leche frita con azúcar glas y canela molida antes de servir.

Consejos para una leche frita perfecta:

 * Leche entera: Utilizar leche entera aporta mayor cremosidad al postre.

 * Infusión aromática: No escatimes en la piel de limón y la canela, ya que le darán un toque de sabor delicioso.

 * Remover sin parar: Es fundamental remover la crema constantemente durante la cocción para evitar que se pegue al fondo y se formen grumos.

 * Enfriado completo: Asegúrate de que la crema esté bien fría y firme antes de cortar y rebozar, esto facilitará el proceso y evitará que se deformen.

 * Temperatura del aceite: El aceite debe estar caliente pero no humeante para que la leche frita se dore por fuera sin quemarse y se caliente bien por dentro.

 * Servir templada: La leche frita está deliciosa tanto caliente como templada.

¡Anímate a preparar esta deliciosa leche frita y disfruta de un bocado tradicional lleno de sabor y una textura sorprendente!

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