Pastel de Cabracho: Un Bocado Elegante con Sabor a Mar

 

El pastel de cabracho es una de esas creaciones culinarias que, con sencillez y buenos ingredientes, logra un resultado sofisticado y lleno de sabor. Originario del País Vasco, este paté horneado a base de cabracho (un pescado de roca con un sabor muy característico) se ha convertido en un clásico de la gastronomía española, apreciado por su textura suave y su intenso sabor a mar.

Este pastel es ideal como entrante para una comida o cena especial, servido con tostadas crujientes, picos de pan o crudités de verduras. Su preparación es relativamente sencilla, aunque requiere un poco de paciencia para desespinar el pescado. El resultado final recompensa el esfuerzo con un bocado delicioso y elegante que sorprenderá a tus comensales.

Ingredientes:

 * 500 gramos de cabracho fresco (o congelado y descongelado)

 * 200 ml de nata líquida para cocinar (35% materia grasa)

 * 4 huevos grandes

 * 1 tomate mediano maduro

 * 1 cebolla pequeña

 * 2 dientes de ajo

 * 1 pimiento rojo pequeño

 * 50 ml de brandy o coñac (opcional)

 * Aceite de oliva virgen extra

 * Sal

 * Pimienta negra recién molida

 * Mantequilla y pan rallado para engrasar el molde

Preparación:

 * Cocción del cabracho: Si utilizas cabracho fresco, límpialo y cócelo en agua hirviendo con sal durante unos 10-15 minutos, o hasta que la carne se separe fácilmente de las espinas. Si utilizas cabracho congelado, sigue las instrucciones del paquete para su cocción. Una vez cocido, desmenuza cuidadosamente el pescado, retirando todas las espinas y la piel. Reserva la carne.

 * Sofrito de verduras: Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Lava y pica el pimiento rojo. Ralla el tomate. En una sartén con un poco de aceite de oliva, sofríe la cebolla a fuego medio hasta que esté transparente. Añade los ajos picados y el pimiento rojo, y cocina durante unos 5 minutos más. Incorpora el tomate rallado y cocina a fuego lento hasta que se reduzca y pierda el agua. Si lo deseas, puedes flambear la mezcla con el brandy o el coñac en este punto, con cuidado y fuera del fuego.

 * Preparación de la mezcla: En un bol grande, bate los huevos. Añade la nata líquida y mezcla bien. Incorpora el sofrito de verduras y el cabracho desmenuzado. Sazona con sal y pimienta al gusto. Mezcla suavemente hasta que todos los ingredientes estén bien integrados.

 * Preparación del molde: Engrasa un molde alargado (tipo plum cake) o moldes individuales con mantequilla y espolvorea con pan rallado. Esto evitará que el pastel se pegue y facilitará su desmoldado.

 * Horneado del pastel: Vierte la mezcla del pastel de cabracho en el molde preparado. Hornea en el horno precalentado a 180°C durante unos 30-40 minutos, o hasta que el pastel esté firme al tacto y ligeramente dorado en la superficie. Para comprobar si está cocido, puedes pincharlo con un palillo; si sale limpio, estará listo.

 * Enfriado y desmoldado: Retira el pastel del horno y déjalo enfriar completamente a temperatura ambiente antes de desmoldarlo. Una vez frío, puedes refrigerarlo durante al menos un par de horas para que se asiente y sea más fácil de cortar.

 * Servir: Desmolda el pastel de cabracho y córtalo en rebanadas. Sirve frío o templado, acompañado de tostadas crujientes, picos de pan, mayonesa casera, salsa rosa o crudités de verduras como zanahoria, pepino o pimiento rojo.

Consejos y Variaciones:

 * Otros pescados: Aunque el cabracho es el pescado tradicional, puedes utilizar otros pescados de roca con sabor intenso como la gallineta o el mero.

 * Ingredientes extra: Puedes añadir al sofrito unas gambas peladas y picadas o unos trozos de pimiento verde para darle un toque diferente.

 * Aromatizar la mezcla: Incorpora unas hojas de perejil picado o un poco de cebollino a la mezcla para darle un aroma fresco.

 * Presentación: Decora el pastel con unas hojas de lechuga, unas aceitunas o unas láminas de pimiento rojo asado.

 * Conservación: El pastel de cabracho se puede conservar en el frigorífico durante unos 3-4 días.

El pastel de cabracho es un bocado elegante y lleno de sabor que siempre triunfa como entrante. Su textura suave y su intenso sabor a mar lo convierten en una opción deliciosa y sofisticada para cualquier ocasión. ¡Anímate a prepararlo y disfruta de un clásico de la cocina vasca!