Croquetas de Cocido: Un Bocado Crujiente Lleno de Tradición

El cocido, ese plato de cuchara español por excelencia, evoca calidez, hogar y esos sabores intensos que reconfortan el alma. ¿Pero qué tal si reinventamos este clásico y lo convertimos en un bocado crujiente y delicioso? Las croquetas de cocido son una forma fantástica de aprovechar los restos de este guiso, transformándolos en una tapa o entrante irresistible que sorprenderá a todos.
Esta receta te guiará paso a paso para crear unas croquetas cremosas por dentro y crujientes por fuera, manteniendo toda la esencia del cocido en cada bocado.
Ingredientes:
- Para el relleno (la bechamel):
- 250 ml de caldo de cocido desgrasado
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina de trigo
- 100 ml de leche entera (aproximadamente)
- Carne desmenuzada del cocido (pollo, ternera, cerdo, tocino) finamente picada (aproximadamente 150-200 g)
- Chorizo del cocido picado finamente (opcional, al gusto)
- Un trozo pequeño de jamón serrano picado finamente (opcional)
- Nuez moscada rallada
- Sal y pimienta negra recién molida
- Para el rebozado:
- 2 huevos grandes
- Pan rallado fino
- Harina de trigo
- Para freír:
- Aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol
Elaboración:
- Prepara la base del sabor: En una sartén a fuego medio, derrite la mantequilla. Añade la harina de golpe y remueve enérgicamente con una varilla hasta obtener una pasta homogénea y ligeramente tostada (roux). Cocina durante un par de minutos sin que se queme.
- Incorpora el líquido gradualmente: Vierte el caldo de cocido caliente poco a poco sobre el roux, sin dejar de remover con la varilla para evitar que se formen grumos. Una vez integrado el caldo, añade la leche caliente de la misma manera, hasta obtener una bechamel espesa y sin grumos. La consistencia debe ser lo suficientemente firme como para poder formar las croquetas.
- Enriquece el relleno: Retira la bechamel del fuego y añade la carne desmenuzada del cocido, el chorizo (si lo usas) y el jamón (si lo usas). Mezcla bien para que todos los ingredientes se integren de manera uniforme.
- Sazona con mimo: Condimenta con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada rallada. Prueba y rectifica de sal si es necesario.
- Enfría la masa: Vierte la masa de las croquetas en una fuente o recipiente plano previamente engrasado. Cubre con papel film transparente «a piel» (tocando la superficie de la masa para que no se forme costra) y deja enfriar completamente en la nevera durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche. Este paso es crucial para que la masa adquiera la consistencia adecuada para formar las croquetas.
- Da forma a las croquetas: Una vez que la masa esté fría y firme, prepara tres platos hondos: uno con harina de trigo, otro con los huevos batidos y un tercero con el pan rallado. Coge porciones de masa con una cuchara o con las manos ligeramente enharinadas y dales la forma deseada (ovalada, redonda o alargada).
- Reboza con cuidado: Pasa cada croqueta primero por harina, asegurándote de que quede bien cubierta. Luego, sumérgela en el huevo batido y, por último, rebózala generosamente en el pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien.
- Fríe hasta dorar: Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente (pero sin humear), fríe las croquetas en tandas, sin amontonarlas, hasta que estén doradas y crujientes por todos lados.
- Escurre el exceso de aceite: Retira las croquetas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Sirve y disfruta: Sirve las croquetas de cocido calientes, acompañadas de una ensalada fresca o de tu salsa favorita. ¡Cada bocado será un viaje de vuelta a los sabores tradicionales del cocido con una textura sorprendente!
Estas croquetas de cocido son una excelente manera de darle una nueva vida a los restos de un plato tan sabroso, convirtiéndolos en un manjar crujiente y lleno de sabor. ¡Buen provecho!