Ajoblanco Andaluz: Una Sopa Fría Refrescante con Sabor a Almendra y Ajo

El Ajoblanco es una joya de la gastronomía andaluza, especialmente popular durante los calurosos meses de verano. Esta sopa fría, de textura cremosa y color blanco característico, se elabora principalmente con almendras, ajo, pan, aceite de oliva y vinagre. Su sabor delicado y refrescante, a menudo acompañado de uvas dulces, lo convierte en un plato único y delicioso, perfecto como entrante ligero o como una comida refrescante. Preparar Ajoblanco en casa es sencillo y te transportará a los sabores auténticos del sur de España.
Ingredientes Sencillos para un Refresco Lleno de Sabor:
Para preparar aproximadamente 4-6 porciones de Ajoblanco andaluz, necesitarás los siguientes ingredientes:
* 150 g de almendras crudas peladas
* 100 g de pan blanco del día anterior (sin corteza)
* 1-2 dientes de ajo (ajusta al gusto según la intensidad deseada)
* 100-150 ml de aceite de oliva virgen extra
* 50-75 ml de vinagre de vino blanco (ajusta al gusto)
* 500 ml de agua fría (o más, según la consistencia deseada)
* Sal al gusto
* Uvas blancas o verdes (opcional, para acompañar)
Elaboración Paso a Paso: Creando la Emulsión Refrescante:
* Preparación de los Ingredientes: Remoja el pan en agua fría durante unos 10-15 minutos hasta que esté blando. Escúrrelo bien apretándolo con las manos para eliminar el exceso de agua. Pela los dientes de ajo.
* Triturado Inicial: En un vaso de batidora o robot de cocina, introduce las almendras peladas y los dientes de ajo. Tritura hasta obtener una pasta fina.
* Incorporación del Pan: Añade el pan remojado y desmenuzado al vaso de la batidora junto con la pasta de almendras y ajo. Tritura de nuevo hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y la mezcla sea homogénea.
* Emulsión con Aceite: Con la batidora en marcha a velocidad baja, ve añadiendo el aceite de oliva virgen extra en un hilo fino. Continúa batiendo hasta que la mezcla emulsione y adquiera una textura cremosa y espesa. Este paso es crucial para lograr la consistencia característica del Ajoblanco.
* Añadiendo el Vinagre y el Agua: Incorpora el vinagre de vino blanco al gusto. Comienza con una cantidad menor y prueba, añadiendo más si lo deseas. Luego, añade el agua fría poco a poco, batiendo hasta obtener la consistencia deseada. El Ajoblanco tradicional suele ser bastante líquido, similar a una sopa ligera, pero puedes ajustarla a tu preferencia añadiendo más o menos agua.
* Sazonado Final: Sazona con sal al gusto. Prueba la sopa y ajusta el punto de sal, vinagre y la cantidad de agua si es necesario.
* Enfriado y Reposo: Vierte el Ajoblanco en una jarra o recipientes individuales y refrigera durante al menos 2-3 horas para que esté bien frío antes de servir. El reposo en frío intensifica los sabores y mejora la textura.
* Servir y Acompañar: Sirve el Ajoblanco bien frío. Tradicionalmente se acompaña con uvas blancas o verdes, que aportan un contraste dulce y refrescante a la sopa. También se puede decorar con un chorrito de aceite de oliva y unas almendras laminadas o picadas.
Ajoblanco Andaluz: Un Sorbo de Frescura y Tradición:
El Ajoblanco es una sopa fría que celebra la sencillez de los ingredientes de la tierra andaluza. Su sabor único y su textura refrescante lo convierten en una opción perfecta para los días calurosos, ofreciendo un respiro delicioso y nutritivo. ¡Anímate a preparar esta receta tradicional y disfruta de un pedazo del sur de España en tu mesa!