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Soupe à l’Oignon Gratinée: Un Clásico Francés Reconfortante

 

La soupe à l’oignon gratinée, o sopa de cebolla gratinada, es un plato tradicional de la cocina francesa que ha conquistado paladares en todo el mundo. La clave de su sabor reside en la caramelización lenta y paciente de las cebollas, que desarrollan una dulzura profunda y compleja. Cubierta con rebanadas de pan tostado y queso fundido, es una sopa perfecta para los días fríos o como un elegante entrante.

Ingredientes:

  • 1 kg de cebollas (preferiblemente amarillas), peladas y cortadas en juliana fina
  • 100 gramos de mantequilla sin sal
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 hoja de laurel
  • 1 ramita de tomillo fresco (opcional)
  • 125 ml de vino blanco seco (opcional)
  • 1.5 litros de caldo de carne (o caldo de verduras para una versión vegetariana)
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • 8-10 rebanadas de pan baguette, de aproximadamente 1 cm de grosor
  • 150-200 gramos de queso gruyère rallado (o comté, emmental)

Preparación:

 * Carameliza las cebollas: En una olla grande y de fondo grueso, derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva a fuego medio-bajo. Añade las cebollas en juliana y una pizca de sal. Cocina las cebollas muy lentamente, removiendo ocasionalmente, durante al menos 45-60 minutos, o hasta que estén de un color marrón dorado profundo y completamente caramelizadas. Este paso es crucial para el sabor dulce y rico de la sopa. Al principio, parecerá mucha cebolla, pero se reducirá considerablemente.

 * Añade el azúcar y las hierbas: Hacia el final de la caramelización, añade el azúcar a las cebollas y cocina durante unos minutos más, removiendo, para intensificar su dulzor. Incorpora la hoja de laurel y la ramita de tomillo (si la usas).

 * Desglasa con vino blanco (opcional): Si utilizas vino blanco, sube el fuego a medio y viértelo en la olla. Raspa el fondo para despegar cualquier resto caramelizado. Deja que el vino se reduzca a la mitad, unos 5 minutos.

 * Añade el caldo: Vierte el caldo de carne (o verduras) en la olla. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa parcialmente y cocina a fuego lento durante al menos 20 minutos para que los sabores se mezclen bien. Retira la hoja de laurel y la ramita de tomillo. Sazona con sal y pimienta negra al gusto.

 * Prepara el pan y el queso: Mientras la sopa se cocina a fuego lento, precalienta el horno a 180°C (350°F) o enciende el grill. Coloca las rebanadas de baguette en una bandeja para hornear y tuéstalas ligeramente por ambos lados.

 * Gratina la sopa: Vierte la sopa de cebolla caliente en cuencos individuales aptos para horno (tradicionalmente se usan cazuelas de barro). Coloca una o dos rebanadas de pan tostado encima de cada cuenco de sopa, asegurándote de que estén ligeramente sumergidas. Cubre generosamente el pan con queso gruyère rallado.

 * Gratina en el horno: Coloca los cuencos en el horno precalentado o bajo el grill hasta que el queso esté dorado, burbujeante y completamente fundido. Vigila de cerca para que el queso no se queme.

 * Sirve inmediatamente: Sirve la sopa de cebolla gratinada inmediatamente, ya que es mejor disfrutarla caliente con el queso recién fundido y el pan empapado en el delicioso caldo.

Consejos y Variaciones:

 * Tipo de cebolla: Las cebollas amarillas son las más tradicionales para esta sopa debido a su sabor dulce cuando se caramelizan.

 * Paciencia con las cebollas: La clave de una buena sopa de cebolla es la caramelización lenta de las cebollas. No apresures este paso.

 * Caldo de calidad: Utiliza un caldo de buena calidad para un sabor más rico. Un caldo de carne casero es ideal.

 * Queso: El gruyère es el queso clásico para la sopa de cebolla gratinada por su sabor y capacidad de fundirse bien. También puedes usar comté o emmental.

 * Un toque de brandy o jerez: Algunas recetas incluyen un chorrito de brandy o jerez junto con el vino blanco para un sabor más profundo.

 * Decoración: Opcionalmente, puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado sobre la sopa gratinada antes de servir.

¡Disfruta de esta reconfortante y elegante sopa de cebolla gratinada! Es un plato que siempre impresiona por su sabor y su presentación. ¡Buen provecho!

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