Albóndigas con Tomate: Un Clásico que Nunca Falla
Las albóndigas con tomate son mucho más que un simple plato; son una explosión de sabor y tradición en cada bocado. Esta receta, sencilla pero llena de encanto, combina la jugosidad de las albóndigas de carne con la dulzura y acidez de una salsa de tomate casera, creando una armonía de sabores que conquista a grandes y pequeños. Perfectas para una comida entre semana o para compartir en una celebración, las albóndigas con tomate siempre son una apuesta segura.
Ingredientes Sencillos, Resultado Excepcional:
Para unos 4 comensales, necesitarás:
Las albóndigas:
- 500 gramos de carne picada de ternera y/o cerdo
- 1 huevo
- 50 gramos de pan rallado
- 1/4 taza de leche
- 2 dientes de ajo picados finamente
- Un puñado de perejil fresco picado
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- Harina para rebozar (opcional)
- Aceite de oliva virgen extra para freír
La salsa de tomate:
- 1 cebolla mediana picada
- 2 dientes de ajo picados
- 800 gramos de tomate triturado (natural o en conserva)
- 1 cucharadita de azúcar (para equilibrar la acidez)
- 1 hoja de laurel
- Orégano seco al gusto
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración con Cariño: Paso a Paso:
1. Prepara las Albóndigas: En un bol grande, mezcla la carne picada, el huevo, el pan rallado (remojado previamente en la leche y escurrido), el ajo picado y el perejil. Sazona con sal y pimienta al gusto. Mezcla bien con las manos hasta obtener una masa homogénea.
2. Forma las Albóndigas: Toma porciones de la masa y forma pequeñas bolas del tamaño deseado. Si lo prefieres, puedes pasar ligeramente las albóndigas por harina para que se doren mejor al freír.
3. Sofríe las Albóndigas: En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva a fuego medio. Fríe las albóndigas por tandas hasta que estén doradas por todos lados. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
4. Prepara la Salsa de Tomate: En la misma sartén (retira el exceso de aceite si es necesario), añade un chorrito de aceite de oliva y sofríe la cebolla picada a fuego medio hasta que esté transparente. Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, hasta que desprenda su aroma.
5. Cocina la Salsa: Incorpora el tomate triturado, el azúcar, la hoja de laurel y el orégano. Sazona con sal y pimienta al gusto. Cocina a fuego bajo durante unos 20-25 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa se haya espesado ligeramente.
6. Unión de Sabores: Introduce las albóndigas fritas en la salsa de tomate. Cocina a fuego bajo durante unos 10-15 minutos más para que las albóndigas se impregnen bien de la salsa y los sabores se mezclen.
7. Toque Final y a Servir: Retira la hoja de laurel. Sirve las albóndigas con tomate calientes, espolvoreadas con un poco de perejil fresco picado si lo deseas. Son deliciosas acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, pasta o simplemente con un buen trozo de pan para mojar en la salsa.
Secretos y Variaciones para Disfrutar Más:
- Para unas albóndigas más tiernas, puedes añadir un poco de miga de pan remojada en leche a la masa.
- Si prefieres una salsa de tomate con más cuerpo, puedes añadir un pimiento rojo picado junto con la cebolla.
- Un chorrito de vino tinto a la salsa de tomate durante la cocción le aportará un toque de sabor extra.
- Puedes preparar una gran cantidad de albóndigas y congelarlas ya fritas para tenerlas listas en cualquier momento.
- Para una presentación más elegante, puedes espolvorear un poco de queso parmesano rallado justo antes de servir.
Las albóndigas con tomate son un plato que trasciende generaciones y fronteras, un abrazo cálido en forma de comida. Su sencillez y su sabor reconfortante las convierten en un imprescindible en cualquier recetario familiar. ¡Anímate a prepararlas y disfruta de este clásico atemporal!
